viernes, 31 de agosto de 2007

Puerto Supe

Olia feo
veia a bufeos
gris era el cielo
era el toque del dinero
los campos eran verdes
por las noches se veian duendes.
Mis pies se cubrian de arena
ya que no habian veredas.
Tenia muchos mentores
no graduados de doctores
todos eras maestros
porque eran siniestros.
De sus amores me contaban
de sus desdichas me lloraban
y ni cuenta se daban
que ante un niño estaban.
Sin embargo yo los escuchaba
ya que mi mente se despertaba.
Fui creciendo con ellos
y me fueron saliendo vellos
aunque calvos ya estaban ellos.
Cada día una historia
que se almacenaba en mi memoria
y yo seguia creciendo
y ya no paraba riendo
sabia que si me quedaba
un mal futuro me esperaba.
Mis compañeros
se estaban volviendo reos
las niñas bonitas
se convertian en mamitas.
Una mano me jalaba
cuando algo malo me pasaba
siempre habia unos ojos
que me miraban de reojo.
Pero en verdad
olia feo
y es cierto
veia bufeos
a veces el cielo era anaranjado
que combinaba con el mar endiablado
azul y naranja
con los bufeos de franja.
Ahora ya despues de años
paso y veo rebaños
pero no son de ovejas
sino de gente vieja.
Amigos, gracias
por contarme sus desgracias
los extraño
pero todo tuvo su año
nose si los quisiera volver a escuchar
solo los quiero recordar
porque en mi mente
ustedes son excelentes.